14 feb 2012

Por San Valentín...





En todas estas semanas en las que no tenía la inspiración suficiente para actualizar este “vuelo”, me preguntaba: -“¿qué era realmente lo que me motivaba a escribir?”-


Cuando empecé a hacerlo fue un impulso de sacar lo que tenía dentro…algo se había roto internamente, y del mismo modo que cuando se rompe un vaso tenemos que recoger sus mil pedacitos repartidos ante nuestros pies, en aquel momento tenía que barrer esas virutas de un sentimiento roto, para sacarlo fuera…

Muchas cosas han pasado desde entonces y todas puedo decir que con un balance muy positivo.

Ahora…¿qué es lo que me sigue moviendo a escribir?

En ocasiones me mueve una necesidad de transmitir tan profunda que pienso que soy un haz de luz. Una brisa, un suspiro… algo que no pesa, ni se ve, algo que pasa desapercibido pero que cuando te llega, como las olas del mar, como un atardecer, puede servir para hacerte sentir bien.

Así siento esa necesidad de darme…. Quizás es un acto muy egoísta, pues en el fondo quiero transmitir algo bueno…y eso …¡es una misión tan difícil a día de hoy!

¿Cómo podría con unas pocas palabras despertar un sentimiento? ¿Cómo podría decirte?: “¡vive intensamente!”, “¡disfruta el momento!”, “¡hazlo tuyo y da gracias por lo que te rodea!”

¿Cómo podría decirte que tenemos que querer más de lo que lo hacemos, y no esperar tanto cuanto lleguemos a dar, siempre un poco menos, así no nos decepcionaremos?
¿Cómo decirte que mires el sol por la mañana y la luna como un espectáculo único?


Creo en las palabras, en las que revolotean en mi cabeza, en las que escucho, en aquellas que en ocasiones no salen por nuestra boca, pero sí se quedan prendadas en una mirada.

Creo en la palabra…cuando se trasmite con una caricia…cuando un niño te abraza y es feliz…¡tanto! que te dice: “ota vé”, “ota vé”, “ota vé”…Creo en esa fuerza inagotable que emana de la ilusión, de la inocencia, y creo que si la tuvimos, no tenemos porqué perderla…creo en aquellos a los que quiero y sé que me quieren , pero también a los que me hirieron…porque "nunca fue de muerte"…

Creo que somos más buenos que malos, creo que somos capaces de amar más que de odiar; y creo que si queremos podemos provocar una sonrisa…por leve que sea…y esa sonrisa, en ocasiones…mueve un sentimiento sublime y eterno.

Hoy dedico este vuelo a alguien que decidió escribirme. Alguien que no conozco…¿o quizás si?
Alguien que en un acto de esos que pensamos que ya nadie hace, se ha atrevido a “mandar un e-mail”, y decirme “palabras bonitas”. ¡Gracias “anónimo”!, “desconocido”, “¡gracias!”, porque lejos de considerar que algo así podría ofenderme, me ha hecho sonreír, y sobretodo seguir creyendo que hay muchos “locos en este mundo de cuerdos” que creen en el poder de la palabra..¿De verdad existe San Valentín?

Pues a todos los que quieran querer, a todos los que quieran abrazar, a los que deseen expresar una emoción, aún a riesgo de no ser correspondidos...¡Felicidades!, porque estaremos más cerca de "amar" que aquellos que se priven por prejuicios, miedos, vanaglorias o un sinfín de "enfermedades" que oxidan los latidos del corazón!


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1 comentario:

  1. wow.. muchas gracias por los consejos, y creo que tienes mucha razon, las personas necesitamos mas amor, y menos de lo demas, ser felices y provocar la felicidad en los demas..

    me gusto mucho lo de creer en aquellos a los que se quiere, pero también a los que hieren, nunca lo habia pensado asi, pero tienes mucha razon.. :)

    saludos!!

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un vuelo sinuoso